La verdad desde una perspectiva filosófica
“You can’t handle the truth” (“Tú no puedes encajar la verdad”).
Las palabras del coronel Nathan R. Jessep, protagonizado por Jack Nicholson en A Few Good Men (Algunos Hombres buenos), probablemente resonarán en los oídos de la mayoría de los que han visto esta película sobre el juicio contra dos marines que están acusados de haber matado a un compañero. El coronel se dirige con sus palabras al joven abogado, Daniel Kaffee, quien le ha llamado como testigo en el juicio para intentar sacarle la verdad sobre lo que pasó con el marine muerto. Kaffee sospecha que Jessep está detrás de la muerte del marine, pero no lo puede demostrar ni tiene otros testigos más que el mismísimo coronel quien deja caer esas palabras sobre la verdad en el momento más crítico del juicio. En cierto sentido, el coronel Jessep tampoco sabe encajar la verdad, o, traduciendo, la palabra inglesa “handle” al español, no sabe manejar la verdad. En la escena final, acaba revelando su implicación en lo sucedido sin darse cuenta de que su revelación le va a llevar a otro juicio donde él será el acusado.
¿Es la verdad algo que el ser humano, fundamentalmente, no sabe ni puede manejar? Sería precipitado contestar esta pregunta sin haber investigado más a fondo los diversos y complejos aspectos que están implicados en ella. Tomando como punto de partida el lenguaje del día a día, parece que la verdad es algo perfectamente manejable y manipulable: “no cuentas toda la verdad” o “manipulan la verdad”, son frases que se oye a menudo, como si estuviera en el poder de los seres humanos evadir o decir, manipular o soltar la verdad.
Algo correcto habrá en eso, pero ¿es toda la verdad sobre la verdad? Cuando se dice que alguien manipula la verdad, ¿es realmente la verdad que es manipulada o es otra cosa? Si volvemos a la película, parece que no está en el poder ni del abogado ni del coronel manejar la verdad sobre lo que ha pasado. Los hechos pueden quedarse ocultos e incluso pueden ser manipulados, pero la verdad como tal va más allá de la manipulación humana. Jessep admite, al final, presionado por Kaffee, que él había dado órdenes para llevar a cabo el castigo llamado “código rojo” contra el marine que se murió en el acto. Sin entrar en más detalles sobre el juicio por el momento, lo que muestra la escena final es que nadie realmente tiene el control sobre el momento de la verdad. Lo que merece ser llamado “verdad” es lo que está descubierto o revelado en un momento dado. La tesis de las siguientes reflexiones es que la verdad se manifiesta a través de un acontecimiento decisivo en el cual está revelado algo determinante que supera el manejo y el control del ser humano.